La grave situación del sector de la automoción

La situación del sector de la automoción empieza a dar señales de preocupación, a nivel global con respecto a un año de referencia como es el 2019 podemos estar hablando de una caída de ventas cercana al 30%.


Si lo comparamos por sectores observamos que este mes de julio tiene un descenso de ventas en turismos del 33%, aunque si nos fijamos por canales observamos un dato más alarmante y es que pese a la reducción del impuesto de matriculación la venta a particular tiene un descenso del 42%. En el segmento de vehículos comerciales ligeros tenemos una caída cercana al 31% con una alarmante caída en la venta a autónomos del 50%. El segmento industrial refleja una caída del 20%.
Este descenso de ventas viene provocado por varios factores: 


Un primer factor es la afectación de la pandemia del covid19 a nivel mundial y las consiguientes consecuencias.


Un segundo factor es la dependencia industrial de Europa en países asiáticos que es ya del 70%, esta dependencia ha provocado que dejemos de producir mas de 500.000 vehículos.


¿Qué supone competir con la fabricación del microchip para el sector automoción? 

La automoción abarca el 37% de la producción de semiconductores en Europa, en la actualidad la fabricación de un vehículo conlleva la utilización de entre 20 y 40 microchips aproximadamente, los fabricantes de microchips asiáticos están priorizando la fabricación por su rentabilidad, dedicándose especialmente en la fabricación de microchips para ordenadores, teléfonos móviles, aviones, equipos médicos o placas graficas para minar criptomonedas, esto a obligando a los fabricantes a ajustar la fabricación aplicando medidas especiales como la paralización temporal de sus líneas de producción.


Un tercer factor es la afectación directa en los tiempos de entrega al cliente final, obligando en muchos casos a anular el pedido por falta de fecha para su entrega. Sin dejar de contabilizar la falta de producto destinado a flotas rentacar etc.

Una buena noticia es el vehículo eléctrico fabricado en España, que suma un ascenso con respecto al 2019 del 244%.

El Plan Moves III Ofrece 7.000€ a los particulares que compren un vehículo eléctrico o 5.000€ para híbridos enchufables y hasta 1.300€ por la compra de una motocicleta eléctrica, en ambos casos si se achatarra un vehículo de más de 7 años de antigüedad. 

El creciente aumento del coste energético tampoco está facilitando la integración del vehículo eléctrico, creemos que se tendrían que aplicar bonificaciones directamente en los recibos del consumo eléctrico a las personas que se decidan por compra un vehículo eléctrico.


Sumado a estos factores aun podríamos sumar un cuarto factor que es la incertidumbre en la compra, después de estar padeciendo las restrictivas nuevas normativas de las Zonas de Bajas Emisiones aplicándolas en zonas urbanas en las cuales tampoco se ha desarrollado ninguna compensación con transporte público, el cual también se ha visto agravado por la pandemia con el consiguiente aumento del uso del vehículo particular.

Se aplican nuevos impuestos como el impuesto de contaminación en Cataluña aunque podemos observar que tiene alguna que otra incongruencia: ¿Cómo se explican que un vehículo que este dado de baja temporal en la DGT el cual no puede circular en ninguna vía este gravado con este impuesto de contaminación?, ¿Qué un vehículo domiciliado en otra comunidad y que circule habitualmente y contamine por la Comunidad de Cataluña no tenga que pagar ningún impuesto?

A todo esto, le podemos agregar las intencionadas, fatídicas e incoherentes noticias de estos dos últimos años sobre los motores de combustión que no han echo mas que crear mas incertidumbre en el comprador.

 

Aunque la intención sea por un beneficio global vemos que el único perseguido y más perjudicado es el sector automotriz.